Uno de los problemas a los que te sueles enfrentar en tu hogar es cómo almacenar en los baños todos los utensilios que se necesitan a diario. El espacio de almacenaje es fundamental para cualquier estancia de nuestro hogar, pero en el baño confluyen productos y utensilios personales de todos los miembros de la familia. Llegar a casa exhausto tras un duro día de trabajo y entrar a un baño donde te sientas cómodo y relajado, donde reine el orden, no tiene precio, creednos.
Mantener el orden en un baño no está necesariamente ligado a una cuestión de espacio. Existen soluciones de almacenamiento que cubren desde los baños más pequeños a las estancias más grandes. Te contamos cómo mejorar el almacenamiento de tu baño para inspirarte a seguir creando un entorno práctico, cómodo y elegante, el que tu casa merece.
Muchas veces no somos conscientes de la cantidad de cosas que necesitamos guardar en el baño: productos de higiene, cosméticos, cepillos, jabones, productos de afeitado… además de toallas y accesorios. Y ocasionalmente hasta la ropa sucia, por no hablar del cambio que sufre el espacio cuando hay niños pequeños: un entrañable campo de juegos.
Almacenar todas estas cosas supone un gran dilema incluso en espacios reducidos, sobre todo cuando no se quiere perder el diseño y no queremos que el caos se apodere del baño. Pero lo cierto es que hay infinidad de opciones disponibles para que el baño esté organizado, por muy pequeño que sea, y cada miembro del hogar encuentre su sitio en un lugar tan íntimo y necesario como el cuarto de baño.
Si dispones de un gran espacio en el cuarto de baño o, simplemente, si eres de los que todavía tienen una bañera, has de saber que las más actuales cuentan con su propio espacio de almacenaje. Así que no estamos forzados a aumentar el espacio a base de plato de ducha.
No obstante, si vas a afrontar una reforma general en el cuarto de baño, sí que es una excelente opción empezar desde cero con un buen plato. La obra además te permitirá crear un diseño compacto y homogéneo adaptado a tus necesidades y premiando el espacio de almacenaje, sin dejar de lado los diseños más modernos.
Además de la superficie de la bañera o del plato, el elemento que más espacio previsiblemente puede ocupar y que marca el estilo, existen otros lugares en los que fijar tu atención a la hora de ampliar el espacio de almacenaje.
Además de colgar en la pared armarios o muebles destinados al almacenaje, puedes colocar pequeñas estanterías, por ejemplo, en la ducha. También puedes instalar un pequeño riel del que colgar cestas, cubos, u otros elementos dedicados a albergar utensilios del día a día. O incluso una pequeña estantería.
No hay que olvidar los colgadores para accesorios o toallas. Puedes utilizar una barra de metal encastrada en la pared u otras de las que se ajustan con presión.
Uno de los espacios más desaprovechados hasta el momento, pero que ahora cuenta con una notable oferta de muebles y estanterías para aprovecharlo al máximo. Puedes encontrar muebles de hierro, madera, acero y otro tipo de materiales con los que lograr un espacio extra de almacenaje. La gran cantidad de inodoros tan vanguardistas y actuales te permiten jugar con el espacio para sacarle partido.
Las cestas de mimbre no pasan de moda y puedes utilizarlas sobre el espacio del inodoro para guardar, por ejemplo, los rollos de papel higiénico o algunos productos cosméticos.
Si el inodoro está situado entre dos columnas, puedes aprovechar el espacio superior para colocar unas baldas de madera.
Una solución tradicional para obtener almacenamiento en baños y que ha sabido evolucionar según las necesidades, no sólo por diseño, sino también por comodidad. Puedes escoger un diseño clásico, moderno, cerrado o abierto, en función de tus necesidades, gustos o de si el baño puede quedar demasiado encajonado o no. Para evitar esto último, la mejor recomendación es optar por muebles de concepto abierto.
En un baño pequeño lo ideal es tener una puerta corredera, pero aun así el espacio que queda libre sobre ella es una gran idea para almacenar cosas. Esta estantería ubicada sobre la puerta no será muy grande y necesitarás un escalón para poder alcanzarlo, por lo que es el más adecuado para colocar los utensilios que no utilizamos a diario pero corresponden igualmente a la estancia. También puedes aprovecharlo para incluir un extra de decoración.
Si, por el contrario, no tienes una puerta corredera, puedes aprovechar el espacio que queda tras la puerta. Existen opciones de muebles ligeros preparados para instalarse en la parte trasera de las puertas. No es recomendable utilizarlos para guardar los objetos de más peso pero sus dimensiones reducidas, y el diseño estrecho que hemos comentado, lo convierten en una opción excelente de almacenaje.
Naturalmente, podemos recurrir a los clásicos infalibles: siempre nos quedarán los tradicionales ganchos detrás de la puerta, el lugar idóneo para los albornoces de toda la familia y toallas. Y al organizador detrás la puerta, del que aprovechar cada altura para un fin diferente.
El mayor inconveniente que presenta este tipo de almacenaje es que precisa una pequeña obra, pero es una de las mejores opciones para aprovechar el espacio del baño en su totalidad. Se pueden crear este tipo de espacios tanto dentro como fuera de la ducha. De nuevo, si vas a afrontar una reforma integral del cuarto de baño, puedes plantearte esta opción como una de las más cómodas y de las que menos ruido visual va a generar en la estancia.
Las estrellas del almacenamiento. En el caso de los armarios y mobiliario, existen soluciones concretas y con una gran variedad de colores para adaptarse a tu baño, con una característica común: son lo suficientemente estrechos como para que se adapten sin interrumpir el flujo y la actividad diaria de los miembros del hogar. Lo mismo sucede con las estanterías, con un ancho adaptado a las necesidades de los cuartos de baño, en especial, a la mayoría de baños urbanos de dimensiones reducidas.
Independientemente de las opciones que decidas incluir en tu baño para mantener el orden, algo a lo que todos deben colaborar en el día a día, has de tener en cuenta unas pautas básicas para generar un impacto visual armónico. Trata de buscar accesorios y colores complementarios que encajen con tu baño para crear una sensación de uniformidad. Si puedes partir desde cero, trata de incluir esta idea desde el principio del diseño para conformar un espacio rebosante de paz y energía positiva.
No necesariamente has de adherirte al blanco como color por excelencia en los baños. Existen numerosas fórmulas y combinaciones, algunas más atrevidas, para llenar de luz tu baño, propiciando así la sensación de homogeneidad y calma que buscamos en el aseo.
No olvides las luces, otro de los elementos fundamentales que puede ayudarnos a dar un aire completamente renovado a nuestro cuarto de baño de toda la vida. Pero trataremos estos detalles más en profundidad en sucesivos posts.
Lo cierto es que almacenar en los baños actualmente depende más de la creatividad propia que del espacio heredado. Y eso significa un abanico de opciones a tu alcance casi infinito para crear un cuarto de baño que refleje tu personalidad y la de tu hogar.